Somiedo
Arraigo es una pareja de pañuelos de seda natural inspirados en los lugares que dan nombre a cada obra. Nos encontramos ante un diario botánico en el que aparece la flora autóctona y característica de estos lugares, haciendo que sus colores y formas nos transporten a los mismos.
La observación, la apreciación y valoración de elementos pequeños y que fácilmente pasan desapercibidos en un entorno salvaje, haciendo así protagonista a la parte frente al todo, hacen de estas obras algo intimista, ya que con mimo engrandecen lo a menudo insignificante.
Ambas piezas versan sobre el recuerdo y la memoria desde una perspectiva personal, pero están compuestas de tal forma que puedan dar pie al florecimiento de recuerdos propios en el espectador que le remuevan y conecten con su presente.